En la opinión de “El Dr Cizaña”
El sábado pasado fui a ver “Guason” ¿qué me pareció? ¡Una pinche joya! Actuación magistral de Joaquin Phoenix comoJoker, una fotografía cruda, realista y hermosa, una banda sonora precisa en cada momento y un revulsivo para las futuras cintas basadas en personajes de comic, ya que elnivel discursivo logrado en esta película es impresionante. Hasta ahí para evitar “espoilear” el filme.
Al día siguiente de ver la película, que sin problema voy a volver a ver, me topo en la red con la reseña de Michael Moore sobre el largometraje de uno de los personajes de ficción más odiados/amados, que a la letra dice lo siguiente:
“Joker no es una película de superhéroes, supervillanos ni de cómics. Está situada en algún punto entre los años 70 y 80 en la ciudad de Gotham, y los cineastas no intentan disfrazar la ciudad por otra cosa que lo que es: la ciudad de Nueva York, el cuartel central de todo lo malo, la de los ricos que nos gobiernan, de las corporaciones a las que servimos, y de los medios que nos alimentan con las noticias sin profundidad que ellos creen que tenemos que absorber”
Y remato con la declaración de Todd Phillips, director de Joker: “No puedes culpar al cine por un mundo que está tan jodido que cualquier cosa lo puede destruir”
Ahora vámonos al mundo “real”, a ese mundo que se está yendo al carajo por los intereses viles de un grupo de pendejos que se creen eternos y que joderse al planeta es su derecho (solo el de ellos), esperen: ¡suena igual de absurdo que las declaraciones Moore y Phillips!
Pues sí, bien lo dice el célebre “filosofo” Alejandro Lora en uno de sus musicalizados ensayos existencialistas sobre el ser humano: “no hay nada más absurdo que la realidad”, y a pesar de no haber verdades absolutas, esta es una premisa que está cerca de serlo.
Estamos en un impasse en la historia donde ya no tenemos la oportunidad de pensar si actuamos o no para cambiar el modelo económico que nos rige: estamos acabando con el planeta, estamos siendo cada vez más violentos, más indolentes, menos empáticos con nuestro entorno y con los demás. Todo el modelo basado en competencias a lo único que nos está llevando es a un individualismo exacerbado, donde solo importan los logros personales a cualquier costo.
Una de las tesis de la creación del “guasón” es que tuvo un accidente con desechos tóxicos. La tesis planteada en la película que está en cartelera es más atroz, más cruel, más real… la sociedad creo un monstruo por falta de oportunidades.
En varias salas de EUA había policías en los alrededores ¿por qué? Ellos indicaban que la temática de la película pudiese disparar una ola de violencia. ¡Eureka! ¿Cómo no lo vimos venir? La violencia en el mundo no es culpa de las malas decisiones del FMI, de la OTAN, de la ONU, de la UE, de Wall Street, de Rusia, EUA o China, es culpa de un payaso de ficción que está cansado de que la vida le restriegue en la cara que es un perdedor sin oportunidades y que nunca va a salir de ahí porque ese es el lugar que le corresponde en la cadena capitalista, donde el dueño del capital no produce nada y es quien obtiene todas las ganancias y el reconocimiento.
Termino con algo fuera de contexto pero parte del problema de la generación de posibles “jokers” ya que cada vez se nos exige más y se nos da menos como sociedad; se abada de hacer una proclamación firmada por Donald Trump yemitida por la Casa Blanca este viernes por la noche, donde se requiere que muchos solicitantes de visa de inmigrante demuestren que tienen seguro de salud o los medios para pagar la atención médica antes de obtener una visa de inmigrante. El nuevo requisito entra en vigencia el 3 de noviembre.