En la opinión de El Dr Cizaña.
Cuando salía la comitiva de México rumbo a Sudamérica y representar a nuestro país en los juegos Panamericanos Lima 2019, la representante del deporte en México, la ex velocista y medallista Ana Gabriela Guevara, pronosticaba una cosecha de 19 medallas de oro para la delegación mexicana, un estimado pobre y reservado para algunos analistas y profesionales del deporte como Enrique Hernández, psicólogo y terapeuta deportivo encargado del grupo de frontón y pelota vasca que fue a Perú y cosecho 8 medallas: 5 oros, 1 plata y 2 bronces.
Los atletas mexicanos no sólo estuvieron a punto de duplicar las cantidad de medallas de oro pronosticadas, si no que obtuvieron el 3er puesto en el medallero, coronando la mejor actuación de las participaciones en juegos Panamericanos, cosechando un total de 133 medallas: 37 de oro, 36 de plata y 63 de bronce.
Todo este carácter festivo que hoy se vive, no correspondía al sentimiento que se vivía al partir la delegación mexicana rumbo a las ancestrales tierras incas.
Guevara toma las riendas del deporte en México en medio de escándalos de corrupción y falta de apoyos a deportistas, cuestión que más allá de sanearse en sus 7 meses al gerente de la CONADE, se ha recrudecido, parte de ello a la estrategia de gobierno que llama a la “austeridad republicana” y otra parte a la falta de transparencia en los procesos y mecanismos para la distribución del presupuesto para deportistas.
Sí a todo esto le sumamos el olvido que ha tenido el deporte mexicano por décadas, la tarea era titánica, desgraciadamente por lo poco que ha presentado la senadora, el puesto le está quedando grande.
No hay una estrategia clara y el echar la culpa a años de rezago ya no está funcionando.
Detractores y sociedad realmente crítica, cuestionan el nulo apoyo a algunos deportistas y como en algunos casos las becas recibidas por “los ninis” son mayores a los apoyos recibidos por atletas que trabajan día con dia para ser mejores en sus disciplinas y poder representar algún día a México en competencias internacionales como lo lo fue en estas semanas la justa continental.
Pd. “Al cierre de esta edición” (ja) pude ver la clausura de los juegos Panamericanos, donde solo hubo elogios para la organización. Propios y extraños estaban maravillados con las instalaciones, al grado de que el ex velocista estadounidense Carl Lewis llego a afirmar que ni en EUA había instalaciones de ese nivel.
Lo, mmm, no quiero llamarle corriente porque el trabajo y ejecución de los bailarines fue buena; Chile queda a deber (desde mis perspectiva) en sus 8 minutos de la entrega de estafeta para organizar los próximos panamericanos. Mira que usar regueton para la presentación del máximo evento deportivo que organizará en sus tierras desde el mundial de 1962 es de verdad una falta de imaginación y de respeto para muchos artistas y/o manifestaciones culturales de un pueblo que se jacta de ser culto (y que lo es) cómo el chileno. Esperemos recompongan para el 2023.