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La vida es un gran contrato

  • por
Lic. Alfonso Gil Ballesteros

Apreciados todos, es un gusto colaborar en este espacio; el objetivo es sensibilizarnos respecto a la enorme trascendencia de la  ley en nuestras vidas, haciéndola parte de los hábitos comunes y convirtiéndola en nuestra aliada.

Primero quiero contarte que el Derecho y su salvoconducto, las leyes, evolucionaron en la medida en la que el ser humano fue consolidándose como ente social. En este sentido, inventó lo que posteriormente ha sido el vínculo más importante de relaciones a todo nivel de interacción y de sinergia: la persona que es nexo causal de acción y reacción, del hacer y de la consecuencia.

La persona es un concepto, una creación en el sentido estricto de la palabra y a menudo la confundimos con el ser, el individuo y el humano, pero, a diferencia de las anteriores referencias, la persona contrae en todo momento obligaciones así como goza de derechos.

Etimológicamente, la palabra persona tiene su origen en el latín personae que significa “máscara”, lo anterior, en referencia a las representaciones teatrales y a los personajes interpretados y caracterizados por medio de caretas.

Si tu primera analogía a la descripción que se compartió en el párrafo anterior es que somos personajes, tu análisis es correcto, para lo cual se nos brinda de un nombre y en el transcurso de nuestras vidas vamos estableciendo nexos con las relaciones entre iguales, con los bienes, con nuestras voluntades en una atmósfera de equidad.

Por lo anterior, podemos entender la vida como un gran contrato, no hay situación que no sea génesis de derechos y obligaciones, incluso, las que no alcanzamos a percibir, como las de diversión, las de convivencia, las productivas, las que establecemos con nuestras fuentes de empleo o con el gobierno.

En este tenor, hasta lo lúdico implica obligaciones, como comprar un boleto para ir al cine, o contratar un plan tarifario de servicio de telefonía móvil, o ir a un restaurante por que anunciaron una promoción por mencionar solo algunos ejemplos; se deben desarrollar con base en la forma en la que se exteriorizó u ofreció dicha comunicación, lo distinto es variar las voluntades, es contaminar las buenas intenciones, es engañar a una de las partes, lo que inmediatamente te sitúa como acreedor de esa relación.

Y es que contrato no solo es el escrito, también es el externado por medio del lenguaje ya que el insumo principal del compromiso serán las voluntades y la aceptación.

Por lo platicado recuerda siempre que, todo genera una consecuencia, que en las relaciones debe siempre existir equidad, que esa equidad es una constante que interpretará las voluntades de los contrayentes (en el entendido que todos somos contrayentes de un gran y constante contrato), que la norma prioriza en definir vínculos con sus resultados y no solo castigos o imponer límites de comportamiento y que conocer el Derecho nos hace más fuertes, ya que nos brinda criterios de actuación ya que la ley es tu mejor arma.

No te pierdas el programa “La ley es tu arma” conducido por el Lic. Gil Ballesteros los martes cada 15 días a las 3pm por Facebook:

Aquí puedes volver a disfrutar del primer programa “La vida es un gran contrato” con la invitada especial Lic. Alin Nayeli de Jesús Sánchez.

Dinos que tema te gustaría se platicara en el programa?