El pasado 31 de mayo tuvo lugar otro desagradable suceso relacionado con armas. La policía de Virginia Beach, al noreste de Estados Unidos, reporta un ataque con armas semiautomáticas en un edificio de gobierno de dicha localidad.
El perpetrador, quién al parecer era empleado de las oficinas del ayuntamiento, murió en el lugar de los hechos.
De acuerdo con el sitio web de rastreo de tiroteos en EE.UU., Gun Violence Archive, este es el incidente número 150 vinculado a armas de fuego que se reporta en el país en lo que va de año. Como van las cosas este número podría duplicarse, ya que no hay una revisión sería sobre la política de venta de armas en el vecino país del norte.
Recordemos que apenas el 15 de marzo pasado, se llevó a cabo el peor atentado registrados en la historia de Nueva Zelanda, dejando un saldo de más de 50 personas muertas en atentados perpetrados en dos mezquitas. Seis días después de la masacre, la primer ministro Jacinda Ardern emitió una prohibición sobre venta de armas semiautomáticas estilo militar.
Esto habla de la poca importancia que el gobierno federal le da a los hechos que se han venido recrudeciendo en el país. Algunos apuntan a que el peso que ejerce la Asociación Nacional del Rifle de EEUU sobre la política norteamericana es tanta, que poco o nada se logrará hacer en realidad. No es secreto para nadie que la industria armamentista de los yanquis es y ha sido uno de las principales entradas de dólares para su economía.
Por: El Dr. Cizaña