Twenty One Pilots lanzó Clancy y con este, su nuevo disco logro el gran final de una saga de álbumes conceptuales.
Aunque en estos años el universo de Twenty One Pilots se ha expandido para hablarnos de dragones, corporaciones malvadas y futuros distópicos, lo cierto es que su narrativa siempre ha mantenido una constante: la batalla de Tyler Joseph lidiando con sus problemas de salud mental
En Clancy, Twenty One Pilots actualizan ese sentimiento y búsqueda de uno mismo iniciada en Blurryface, pero esta vez desde la perspectiva que sólo puede dar la edad. El tiempo será uno de los elementos con los que jugarán a lo largo del disco, expresado de forma explícita acompañada de un piano dulce en Oldies Season, un mensaje para sus fans más jóvenes. Pero la metanarrativa, se quedaría vacía si no viniera acompañada de buenas melodías.
Sigue explorando géneros, arrancando con un “Overcompensate” que recuerda a las mezclas de rock y electrónica de los noventa y nos reintroduce en el mundo distópico de Trench, sin miedo a pasar a un emo rap en Backslide o jugar con el neo-wave más coreable con Midwest Indigo. No faltan los himnos de estadio como Next Semester, destinada a ser uno de los puntos fuertes de su directo, que contrasta con la liviana The Craving, una muestra del potencial vocal de la banda.
Clancy consigue una entidad propia que va más allá del concepto por el concepto, una secuela que marca un punto y seguido en la trayectoria de la banda y en la que sumergirse, un poco más profundo, en un mundo imaginario que ya tiene vida propia.