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DOS PRESTIGIOSOS CONSERVACIONISTAS SON RECONOCIDOS CON LOS PREMIOS BUFFET DE NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY 2024 

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El conservacionista mexicano Julio César Hernández recibe el premio por su liderazgo en conservación en América Latina 2024. Por su parte, el conservacionista keniano y pastor indígena samburu Peter Lalampaa es galardonado por su liderazgo en conservación en África en 2024.

En reconocimiento a sus logros y liderazgo en sus respectivos roles en el campo de la conservación, Julio César Hernández-Montoya y Peter Lalampaa fueron galardonados con el premio National Geographic/Buffett Awards for Leadership in Conservation 2024.

Los Premios Buffet al liderazgo en conservación otorgados por National Geographic Society se establecieron en asociación con la fundación Howard G. Buffett Foundation para reconocer y rendir homenaje a héroes anónimos en el campo de la conservación. Cada año se entregan dos premios: uno por logros alcanzados en África y el otro por logros alcanzados en América Latina.

Los dos premiados demostraron una capacidad de liderazgo en la gestión y protección de los recursos naturales en sus países y su labor como defensores de la vida silvestre, los ha posicionado como un ejemplo inspirador y un referente a seguir en sus regiones.

“Nos honra otorgar este reconocimiento a Julio y a Peter, cuyas acciones, contribuciones y espíritu de colaboración comunitaria, más su pasión por el medio ambiente, están impactando de manera positiva en la salud de nuestro planeta –dijo Ian Miller, director de ciencia e innovación de National Geographic Society–. Su dedicado liderazgo ha tenido un impacto relevante en la conservación y ha logrado inspirar a otros a que sigan su ejemplo”.

Habiendo contribuido con la conservación y restauración ecológica de las islas de México durante más de 20 años, Julio César Hernández-Montoya es el director del proyecto de la isla Guadalupe en la organización sin fines de lucro Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI). Es encargado de realizar actividades relacionadas con la conservación y la restauración de las especies endémicas y nativas de fauna, además de los proyectos de gestión de bioseguridad y especies exóticas invasoras. Mientras trabajaba con el albatros de Laysan en la isla Guadalupe, se propuso proteger a la población y ayudar a su recuperación.

Gracias a su compromiso, la isla Guadalupe aloja actualmente a la colonia de albatros de Laysan en recuperación más importante del este del Pacífico. Además, en asociación con el Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI) y Pacific Rim Conservation, Hernández-Montoya inició un proyecto para traer de vuelta una colonia de albatros de patas negras a la isla Guadalupe. El proyecto involucra el rescate y el transporte de huevos y polluelos de las zonas inundadas del atolón de Midway y la cría de los polluelos en la isla Guadalupe usando albatros de Laysan como padres sustitutos. Además de llevar a cabo sus proyectos, Hernández-Montoya busca involucrar a la comunidad local, gestores y partes interesadas para crear sinergias y trabajar juntos con el fin de restaurar el ecosistema insular de la isla Guadalupe.

“La restauración ecológica y la conservación de la isla Guadalupe es una gran inspiración –dijo Julio César Hernández-Montoya–. Los resultados positivos hasta la fecha son alentadores. Este pequeño lugar, es significativo en relación a lo que representa, ya que nos enseña que con visión, unidad, perseverancia y un esfuerzo constante es posible estar mejor todos los días y superar grandes problemas medioambientales. Para hacerlo posible, se desarrolló una extraordinaria alianza entre la sociedad civil, la comunidad local, el gobierno mexicano, fundaciones nacionales e internacionales, y el ámbito académico. Los casos como el de la isla Guadalupe nos muestran un camino de esperanza y nos motivan a seguir adelante para mejorar el planeta que compartimos”.

El conservacionista keniano y pastor indígena samburu Peter Lalampaa vivió la experiencia de arrear ganado y coexistir con la vida silvestre desde muy temprana edad. Desarrollar esta conexión profunda con la naturaleza y aprender habilidades invalorables tales como interpretar el canto de los pájaros para detectar depredadores y rastrear las cebras de Grévy para encontrar fuentes de agua y zonas óptimas de pastoreo para su ganado, encendieron su pasión por la conservación y por obtener una educación formal.

Apasionado por mitigar el impacto de la degradación de los pastizales, que ponen en peligro tanto a la conservación de la vida silvestre como la pastoricia, obtuvo una licenciatura en Ciencias del Medio Ambiente y se incorporó al Grevy’s Zebra Trust (GZT). Luego de continuar sus estudios y obtener un máster de Ciencia en Biología de la Conservación, fue nombrado director ejecutivo de GZT en donde trabaja para llevar adelante la visión de la organización por una geografía sana y conectada capaz de mantener la vida silvestre y la pastoricia.

“El trabajo de conservación de la cebra de Grévy, una especie icónica y en peligro, fue desinteresado, de una gran dedicación y un compromiso inquebrantable –dijo Peter Lalampaa–. Por medio de nuestros esfuerzos mancomunados, pudimos estabilizar la población de cebras de Grévy, que estaba en franca declinación, pero el trabajo está lejos de haber terminado. Debemos mirar hacia el futuro con determinación renovada y profunda dedicación. Este premio nos ayudará mucho para renovar nuestro compromiso y nuestras esperanzas sobre el futuro de esta especie, además de las comunidades indígenas que comparten el espacio y los recursos con la cebra de Grévy”.


Los premios serán entregados a los conservacionistas en el festival anual Explorers Festival de National Geographic Society, que organiza junto con Rolex, su histórico socio y se llevará a cabo en junio.