El 12º disco de estudio que cuenta con un catálogo de 11 canciones que marcan tres décadas de carrera.
La rabia juvenil da lugar a reflexiones sobre el amor, la pérdida o aguantar el paso del tiempo haciendo algo más que estar. La importancia de la comunidad. El legado. Un disco sin un concepto claro, quizá, cuyas letras no son tan elaboradas ni calculadas como anteriormente, por aquello de ser escritas in situ. Pero con canciones desinhibidas, que abrazan sonoridades más pop o medios tiempos delicados donde la banda destaca por encima de sus contemporáneos
Se siente como un disco en directo, de energía estratosférica y contención más bien reducida en temas como React, Respond, Dark Matter o Running. Frenéticas, musculosas y manteniendo un ojo atrás mientras avanzan trepidantes.
Puede que “Dark Matter” no sea la mejor colección de canciones de la banda, pero sin duda se entiende por qué lo consideran su mejor trabajo hasta el momento. Se trata de un retrato vital, donde a pesar de las arrugas, los dolores y las manos ásperas, sigues encontrando esa mirada honesta, llena de fuerza y pure joy. La obra que mejor les representa. Honestidad brutal y un legado sónico impecable.